El pasado 4 de Julio se llevó a cabo la entrevista con uno de los docentes rurales tal vez más antiguos del municipio de Santiago, a quien la revista los naranjos en su segunda edición, destaca por su labor y reconoce el esfuerzo y la dedicación durante todos estos años en pro de la educación.
Para el docente Jesús Alberto López Ramírez la educación significa un proceso mediante el cual se transmiten conocimientos, valores, costumbres y formas de actuar. La educación no sólo se produce a través de la enseñanza en el aula de clase: está presente en todas nuestras acciones, sentimientos y actitudes de la vida cotidiana. “Cuando educo moldeo, formo y doy bases o principios a un ser que tendrá que tener unos conocimientos y una manera de pensar propia, como persona que va a ser útil a la sociedad en el futuro”.
Manifiesta que inició su vida en el campo de la educación el 20 de Junio de 1980 (31 años de trabajo), tenía 19 años cuando inicio este nuevo estilo de vida, muchas ilusiones y ganas de trabajar.
Reconoce que durante este tiempo se han dado diferentes cambios entre estos primero: La profesionalización de los docentes, antes la mayoría éramos bachilleres y algunos habían estudiado sólo hasta segundo o tercero bachillerato, esto se daba por la necesidad del servicio ya que muchas personas que eran nombradas como profesores para trabajar en el campo por las dificultades que allí se tienen no iban y preferían mejor renunciar, hoy todos tenemos título universitario y otros postgrado.
Segundo: Los alumnos hoy tienen metas y muchos niños del campo terminan el ciclo e incluso una gran cantidad han seguido estudios superiores. Algo que anteriormente no ocurría ya que muchos se conformaban con sólo terminar el quinto grado de primaria. Tercero: Las plantas físicas de las escuelas aunque les falta todavía, han mejorado muchísimo. Hace años algunas eran casas antiguas con una pieza que hacía de salón y una cocina, por ejemplo: Cuando comencé a trabajar mi escuela era un tambo con techo de zinc, cuatro horcones, piso de tierra, un viejo tablero de madera; los pupitres eran bancas burdas hechas de tabla, (El inventario lo hacía en una sola hoja y no gastaba más de diez renglones) y a pulso junto con la comunidad comenzamos a construirla después vino la ayuda del municipio, departamento y se pudo terminar, pero antiguamente muchas escuelas no
tenían servicios baños, agua, luz; en cambio hoy algunas cuentan con mini bibliotecas, televisor, computadores e internet.
El docente rural más antiguo del municipio de Santiago, el maestro Jesús Alberto López Ramírez finalmente nos recomienda, a la comunidad educativa en general:
-Primero que el profesor demuestre su verdadera vocación, tenga sentido de pertenencia hacia la comunidad donde trabaja y muchos deseos de que todo mejore.
-Que se brinde una educación basada en principios y valores, que efectivamente responda a necesidades del medio, a veces se transmite mucha teoría que no se aplica y poca práctica.
-Tercero que todos los componentes de la comunidad: Rector, profesores, Padres de familia, alumnos, sectores productivos, comunidad y autoridades de todo nivel, en general trabajen mancomunadamente, ya que el maestro(a) y alumnos solos, no pueden resolver los problemas que se presentan a diario en cada escuela.
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